Me llamo Dorjee y soy del pueblo Xingqin, Ngari, el Tíbet. Si alguna vez se encuentra en una zona poco poblada y árida con un hermoso lago que se asemeja a una rueda de oración, ha llegado a mi ciudad natal.

El lago es el adorno más exquisito de nuestro pueblo, pero su belleza sigue siendo incompleta, al no haber ni una sola flor que embellezca su entorno. 

Mi ciudad natal descansa en el corazón de la meseta en el norte del Tíbet, donde la lluvia es poco frecuente, los vientos rugen sin cesar, la temperatura varía significativamente entre el día y la noche, y la luz del día tiene una duración prolongada. A lo largo de generaciones, mis antepasados cuidaron rebaños en esta extensión, lo que nos ha nutrido y ha forjado nuestra resiliencia. Sin embargo, en los últimos años, muchos jóvenes de mi aldea han dejado atrás la vida pastoril y han abandonado la escuela para buscar empleo en otros lugares. 

En 2022, alcancé la mayoría de edad y había llegado el momento de dejar mi ciudad natal para encontrar un empleo que me permitiera mantener a mi familia. Sin embargo, mi padre me contó que pronto llegaría una empresa a nuestro pueblo para extraer los recursos de litio del lago, y que prometía subsidios y oportunidades de empleo para nosotros.

Con gran expectativa, aguardé la llegada de la empresa, sintiendo reticencia a dejar mi ciudad natal debido a la preocupación por mis padres envejecidos y las incertidumbres de la vida en lugares lejanos. 

Sin embargo, descubrí que la mayoría de los residentes habían recibido la noticia con escepticismo, dudando de las promesas de la compañía y temiendo ser engañados. Muchos de mis coetáneos aún planeaban aventurarse lejos para ganarse la vida, y las discusiones y preocupaciones acerca de la empresa invadían el pueblo. 

Lo recuerdo claramente: fue el 20 de septiembre de 2022, el día en que finalmente los conocí. Vestidos con ropa de trabajo pulcra y con sonrisas sinceras en sus rostros, iban de casa en casa para compartir su misión y sus planes. Eran de Zijin Mining y tenían una visión para nuestra aldea. Su objetivo era contratar jóvenes de nuestro pueblo y querían construir una escuela para los niños. Incluso creían que, en esta tierra árida, podían florecer flores. 

Cuando la pandemia de COVID-19 azotó el condado de Gerze, se movilizaron donando suministros para la prevención del virus a escuelas, la Cruz Roja y a otros que los necesitaban. Al llegar el frío, compraron mantas generosamente para los niños de la escuela primaria de Mami Town. Cuando se enteraron de la falta de equipos de protección personal para la Covid en nuestra aldea, trajeron suministros esenciales al día siguiente, así como palabras de esperanza para la salud y el bienestar de todos en la aldea.

También firmaron un acuerdo de apoyo con nuestra aldea, comprometiéndose a darnos prioridad en servicios laborales y de alquiler de maquinaria. 

Con el tiempo, la actitud de mis vecinos del pueblo cambió. La gente comenzó a creer en el futuro que Zijin Mining imaginaba, en el que realmente podían florecer flores en esta tierra árida. 

La gente de Zijin dijo que el lago podría cambiar nuestras vidas, y comprendimos que era el mejor camino a seguir. Desde ese día, empecé a trabajar justo al lado de mi casa y la maquinaria inactiva del pueblo volvió a cobrar vida. Mi padre me instó a trabajar duro. Se sentía mal por no poder enviarme a la universidad y tenía la esperanza de que en Lakkor Resources, la filial establecida por Zijin Mining en nuestro pueblo, pudiera finalmente desarrollar mi potencial sin explotar. 

En el Año Nuevo tibetano, el jefe del pueblo anunció la participación de Lakkor Resources en las celebraciones. Vinieron con regalos de Año Nuevo. Ese día, todos disfrutaron al máximo, participando en juegos como el tira y afloja, carreras de atletismo y competiciones de levantamiento de pesas. Las personas de Lakkor Resources mostraron gran interés en nuestras costumbres y nos dijeron que compartirían lo aprendido con otros colegas de la empresa. Esta, explicaron, es la manera que tienen de demostrar respeto por la cultura local.

Valoran el desarrollo del talento. Un amigo cercano fue seleccionado para participar de un programa de formación de tres meses en la Escuela de Geología y Minería de Zijin de la Universidad de Fuzhou, junto con otros 29 jóvenes de Gerze. La empresa nos informó que la meta del programa era “capacitar a un grupo de empleados locales dotados de conocimientos sólidos y habilidades de gestión en el ámbito minero para impulsar un nuevo dinamismo para el desarrollo de la economía y la sociedad locales”.

Mi amigo me escribió sobre Fujian. Me dijo que era un lugar maravilloso, con hermosas montañas, aguas claras y flores por doquier, y que la única pequeña desventaja era el intenso calor del verano. Mientras leía el mensaje, estaba envuelto en un abrigo pesado junto al lago, esperando con ansias el florecimiento de las flores. 

La creatividad de la gente de Zijin Mining me sorprendió. Habiendo vivido en esta tierra durante 18 años, comprendo los desafíos de ganarse la vida y emprender un negocio aquí. En el primer invierno de Lakkor Resources en la meseta, el frío fue más penetrante que nunca, con vientos que rugían constantemente como si intentaran despojar a esta tierra estéril de su última capa. 

No podía evitar preocuparme, ¿el ambiente hostil de las tierras altas los ahuyentaría y haría que las esperanzas de nuestro pueblo fuesen en vano? Sin embargo, para mi asombro, mis colegas se mantuvieron firmes. Trabajaron con diligencia día tras día, como si tuvieran una energía inagotable. 

En ese momento, la esencia del lema de la empresa “perseverancia, emprendimiento e innovación”, que en mis inicios en la empresa me parecían meras palabras, comenzó a afianzarse. También sostienen el principio de que “las montañas verdes son montañas de oro” y planifican meticulosamente cada etapa de su desarrollo para minimizar el daño al terreno y su entorno. 

Al presenciar todo esto, la frase “pueden florecer flores en tierra árida” resonaba en mis oídos. A veces, sentía como si las flores ya hubiesen brotado a través del suelo. 

A las orillas del lago Lakkor Tso, el personal de Zijin Mining ha creado un milagro tras otro. Fui testigo de estos notables logros y también contribuí a hacerlos realidad. Ahora, he llegado a creer que esta tierra que una vez fue árida realmente puede producir flores, y quizás incluso las más hermosas de todas.